La primera impresión

Lo primero que se me ocurrió cuando empecé la Unversidad fue que quería cambiar el mundo, y con ello la mentalidad de las personas con las que me iría encontrando en la vida, es decir, y en su mayoría, con los niños. Pero siempre ha habido algo que me ha echado un poco para atrás esa idea, la de cambiar el mundo tan solo un poquito. Cuando estuve en una de las primeras clases del Grado qe estudio, entendí que aunque fuera en pequeñas dosis o pequeñas cantidades, SI, cambiaría el mundo. Uno de mis objetivos en la vida es: educar y formar personas... ¿Para qué? Para que sean de mil colores, y no, en lo que mucha gente acaba convirtiéndose, en GENTE GRIS. Gente que vea el mundo diferente, que cante, ría, llore, haga el ridículo, que pinte, que respete a todo el mundo, que viva su vida sin miedo al qué dirán, y todo eso sin ningún prejuicio. Todo esto me recuerda a una frase que desde que desde el primer momento en que la ví, me enamoró. " Todo depende del color del cristal con el que se mire el mundo ".